DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"

DA TIEMPO AL AMOR  "Novedad"
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jueves, 17 de noviembre de 2016

On 11:54:00 by María Serralba in , ,    Sin comentarios
EL BLOG DE MARÍA SERRALBA - TÚ, SÍ ME IMPORTAS
Hola amigos, hay conversaciones que una vez terminadas te hacen reflexionar, eso mismo fue lo que me sucedió el otro día al hablar con Casilda, una encantadora mujer de 91 años, con pelo cano repleto de plateados y algodonosos rizos, que enmarcaban un semblante que te transmitía pura ternura con solo mirarlo.

Nuestra charla de mujeres fue saltando de un tema a otro, algo típico entre féminas, hasta que llegamos a rememorar los tiempos en que Casilda tenía tan solo quince años, a penas una niña, y vivía con timidez y temor los primeros escarceos amorosos con su primer y único novio, que años más tarde se convertiría en su esposo.

«Cuando te veo tan pintadita y tan requeteguapa, María, me acuerdo de mí época de jovenzuela», me decía, esbozando una deslumbrante sonrisa, mientras me mostraba orgullosa la hilera de dientes perfectos que le brindaba su dentadura postiza recién restaurada, ya que días antes, la anterior, había quedado pulverizada al caerse ella de bruces contra el suelo; a la vista de mi preocupación por su estado de salud, Casilda me pedía encarecidamente que no me preocupara de nada, que no sentía dolor, que por lo único que sentía pena era por encontrarse sola en la vida sin la compañía de su esposo, ni de sus hijos, aunque eran bien visibles los moratones y heridas que el incidente le había ocasionado, pese a ello, no se quejaba.

«Podrías pintarte un poco, Casilda. Si te maquillaras los párpados y los labios te verías igual que yo», le dije a modo de lisonja, pero aquella mujer de mirada cálida y apacible, no era fácil de convencer, ella sabía perfectamente su condición y aparentemente tenía claras sus decisiones, aunque sus siguientes palabras me darían a entender que no había sido siempre así. La edad o la timidez de Casilda no había sido nunca su problema, pero sí lo habían sido los celos desmedidos de su difunto esposo.

«¿Pintarme a estas alturas?, si yo nunca me he pintado», me respondió apesadumbrada, matiz que noté en su voz y que me transmitió más información de lo que Casilda pretendía compartir, no obstante, y a pesar de saber ya la respuesta, le consulté el motivo de no hacerlo.
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«Mi esposo, que en paz descanse, no quería que me pintara, decía que estaba bien sin pintar, aunque sus hermanas bien que lo hacían», me respondió en tono de reproche y continuó, «pero, cuando yo se lo comenté, me dijo que lo que hicieran ellas le daba exactamente lo mismo, solo le importaba lo que yo hiciera, ya que quería que fuese su mujer». Al escucharla me sonó a la típica respuesta del varón posesivo. Ante el gesto de extrañeza que hice, Casilda continuó su historia. Parece ser que su novio le había amenazado con que si se pintaba, no iría junto a ella por la calle, de hecho, cuando a ella le salían los coloretes en los mofletes, típicos de los días de mucho frío, él cruzaba la acera y seguía paseando por la de enfrente, eso sí, observándola en todo momento porque no soportaba que otros hombres la mirasen.

«Recuerdo lo mal que lo pasé aquel día, lo recuerdo como si fuese ayer —me decía—. Mi padre me había comprado una pirueta de fresa por mis notas y me pasé toda la tarde chupándola, cuando la terminé ya era la hora de que mi novio llegase a recogerme para salir a dar una vuelta, así que me arregle y le esperé en la puerta. Nada más verme empezó a regañarme como si hubiese hecho un delito, incluso salió mi madre al balcón al escuchar los gritos, no sé para qué, si terminó poniéndose de su parte y a mí, dándome una regañina por haber disgustado a mi novio. Al parecer, mi novio pensaba que me había pintado los labios; ¡ni te imaginas lo que me costó convencerle de que se trataba del colorante de la piruleta! Estuvo un mes sin venir a verme ni enviarme ninguna nota, incluso le dijo a un amigo en común, que volvería a pensarse muy en serio el hacerme su esposa, ya que no podía consentir que la que fuese su mujer le desobedeciera y no cumpliera a raja tabla con sus deseos. Cuando me enteré creí morir, estaba tan enamorada de él... pero al fin todo se solucionó y por supuesto, nunca más me maquillé», me confesó, finalizando su relato con una risilla tímida.

«¿Y a partir de ese día fuiste feliz con él?», le consulté, aunque luego me di cuenta que era innecesario, el que sabe sumar sabe que "dos y dos son cuatro", y el comportamiento del supuesto novio ya dejaba por aquel entonces mucho que desear, quizá por ello no me extrañó notar que la respuesta de Casilda tardara tanto en salir de sus labios. «Tenía que serlo, ya que ese hombre era el que Dios me había enviado, ¿quién era yo para rechazarle? Él me había elegido a mí entre todas y me sentí afortunada». Tras un suspiro de impotencia, decidí cambiar de tema, pero he de confesaros que en la boca del estómago me quedó un regusto amargo y sobre todo una pregunta: ¿a cuanto había tenido que renunciar Casilda para salvar su matrimonio y sobre todo, para no encolerizar a su posesivo marido?

La violencia de género no se limita solo a agresiones físicas, el mermar la libertad, la voluntad y los deseos a un ser que lo da todo por AMOR, quizá sea la violencia más peligrosa y cruel que exista, ya que te anula poco a poco y en silencio, por lo tanto, el agresor queda impune de su cruel acción y puede pasar totalmente desapercibida en nuestro entorno, e incluso terminar siendo asumida por la propia víctima como si se tratase de una actitud adoptada por propia voluntad.

Reflexiones de ©María Serralba bajo la SUPER LUNA del 14/11/16
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viernes, 7 de octubre de 2016

On 13:21:00 by María Serralba   Sin comentarios
Mi relación con Maxi B. no empezó como tantas otras, la nuestra fue muy especial desde sus inicios. La palabra, como denominador común de un todo, nos unió tantas veces nos encontramos, a pesar de que dichos encuentros fueron breves, pero os puedo asegurar que en ellos se palpaba tal intensidad qué a ninguna de las partes dejó indiferente.


Dos llamadas fueron más que suficientes para saber cómo y qué éramos cada uno de nosotros, tan solo faltaba lo más importante, dar el siguiente paso que era encontrarnos cara a cara. Y este se produjo el 6 de marzo de 2013, hace ya tres años. Parece que fue ayer cuando con nervios en el estómago y unas ganas frenéticas de conocerle, fui presentada a Maxi B. Esa tarde me sentí observada, escuchada, valorada, criticada y apreciada, todo al mismo tiempo, y fue una sensación difícil de describir. Llegó el turno de la palabra y en esta ocasión fui yo la que tomé la delantera, tenía que hacer que en un breve espacio de tiempo, creyera en mí a toda costa y creo que lo conseguí, prueba de ello fue su invitación a volver a vernos en próximas fechas. Y así lo hice, volvimos a encontrarnos una, dos, tres e incluso cuatro veces, todas ellas fabulosas y diferentes. Sin que él lo supiera me había propuesto un reto personal, sorprender a Maxi B. a toda costa, aunque para ello tuviera que hacer acopio de bombones, bizcochos, sonrisas y confesiones, pero 
cualquier esfuerzo valía la pena en tal de que "él" siguiera creyendo en mí.

El Jueves 6 de octubre de 2016 ha tenido lugar un nuevo encuentro entre Maxi B. y yo, y se ha producido después de un breve período de desconexión en el que ambos decididos seguir nuestra andadura por separado: él, cambiándose de domicilio, adquiriendo más relevancia en su localidad, y haciéndose acompañar de un nutrido número de colaboradores y yo, continuando con mis proyectos literarios y solidarios, pero el reencuentro ha sido igualmente entrañable, tanto es así, que el tiempo parece haberse detenido.

Los primeros minutos han estado plagados de un aluvión de saludos, besos, abrazos, risas, sobre todo al rememorar algunos simpáticos momentos vividos en el pasado. Con complicidad, hemos hecho un punto y seguido en nuestra relación, ambos, hemos notado en el otro cierta madurez, lo cual nos ha venido bien para tratarnos de igual a igual, sabiendo que podremos hacer muchas más cosas juntos, en un futuro no muy lejano.

Gracias Maxi B. por darme la oportunidad de conocerte, ello me ha hecho reflexionar muy seriamente sobre la importancia de mi labor y proceso de evolución, así como querer seguir sorprendiéndote mil  veces más con mi ingenio. Espero con entusiasmo que podamos volver a vernos 
en breve.

Con cariño.
María

EL BLOG DE MARÍA SERRALBA- MAXI B. Y YO, UNA RELACIÓN BASADA EN LA PALABRA
Esta carta está dirigida a los miembros del Club de Lectura "Maxi Banegas" de Pinoso, en agradecimiento por todos los buenos momentos que me han hecho disfrutar en su compañía.

Con mi sincero afecto

María Serralba






miércoles, 17 de agosto de 2016

On 18:18:00 by María Serralba in , ,    Sin comentarios

Tener noticias de la pérdida de un ser querido siempre produce un extraño encogimiento en el corazón. Ya sea un amigo, un familiar, un compañero del trabajo e incluso, alguien que tiene que ver  con alguna persona que conocemos.

La palabra PERDIDA, ya por sí siempre suena a lo mismo, a vacío, a dolor, a nostalgia, a algo que ha pasado por nuestras vidas de forma efímera y por lo general, dejando huella.

El Blog de María Serralba - ¿Conocías a Clara R.Forner?Las alumnas de la Promoción del 65 del Colegio San José de Carolinas - Hijas de la Caridad, llevamos desde hace un tiempo conectadas vía WhatsApp, y es precisamente en ese espacio imaginario repleto de emoticones y signos ilegibles, donde hoy, una de nosotras, ha informado de la noticia del fallecimiento de CLARA RODRIGUEZ FORNER, pero... ¿quién conocía a Clara de nosotras? Casi nadie.

Esta mujer pertenecía a la promoción del 69, por consiguiente más joven que nosotras, pese a ello, hoy ha habido un largo paréntesis de actividad en nuestro hiperactivo grupo de WhatsApp. «Otra más», se podía casi oír en este tipográfico silencio. «Yo, a la que más recuerdo es a su hermana Eva», escribía otra. «Pues yo a Rosa, su otra hermana», matizaba otra más. «Ojalá no tuviésemos que comunicar estas cosas nunca, llevo todo el día mala», reflexionaba otra de nosotras. «Pues yo lo único que recuerdo de ella, era de verla en el patio del colé. Tenía unas piernas larguísimas y era muy delgada y jugábamos con ella a "churro, media manga, mangotero».

«Clara Forner, luchadora hasta el último aliento...», decía el artículo de prensa ofrecido en su nombre por el Diario Información de Alicante, lugar donde trabajaba y donde también había dejado huella tanto a nivel profesional como humano. 

Como veis, amig@s, a fin de cuentas, sea cuál sea el lugar donde realices tus estudios, o dónde vivas o trabajes, lo que marca la diferencia es la calidad humana de una persona y Clara R. Forner la tenía, por ello, a través de los años y en los distintos ámbitos en los que se ha desenvuelto, las personas que se relacionaron con ella, ya fueran alumnas del colé, en la etapa de primaria, o compañeros del trabajo, en su edad adulta, la siguen recordando.

Querida Clara, estés donde estés, gracias por compartir esos instantes de tu vida con nosotros.
D.E.P.

El Blog de María Serralba - ¿Conocías a Clara R.Forner?

viernes, 5 de agosto de 2016

On 10:21:00 by María Serralba in , ,    Sin comentarios
Cuando tomé el libro entre mis manos no había razón alguna para hacerlo, quizá estaba hastiada de la pasividad de mi rutina en el palacio o, quien sabe, de mi misma.

Escogí un lugar apartado del bullicio, con mi propia compañía era más que suficiente, y aparecí en uno de los corredores de las estancias principales. Apoyé levemente mi columna sobre una pared decorada con bellas estampaciones y reposé mis pies sobre el suelo virgen, exento de recargados alfombrados. Necesitaba sentir la tierra fresca, sentirme a mí misma.

El Blog de María Serralba - Reflexión de una lectora cautivaUn título cualquiera hubiese sido válido para mi hambre de evasión, sin embargo, escogí entre los miles de volúmenes apilados en las alacenas de la biblioteca uno que llamó mi atención por su simplicidad: "Cautiva", y desde el primer instante me vi atrapada en una historia que, aunque no me pertenecía, la sentía como mía, lo cual me hizo preguntarme si todos los seres de este mundo éramos tan similares unos de otros.

El tiempo pasó sin apenas darme cuenta de ello, a no ser por las leves gotas de agua que se desprendían evasivas del canelón subyugante de la clepsidra. ¿Cuánto tiempo me resta hasta volver a mi vida?, me pregunté. ¿Cuál será el final de mi historia no escrita?, pensé con temor. Todo estaba allí escrito, entre líneas, las mismas que iban dando forma a mi incertidumbre, las mismas que me decían que tras leer la última página ya no sería yo, sino de él. Mi cuerpo, mi mente y todo mi ser ya no me pertenecerían.

Reflexión de una lectora cautiva © María Serralba

viernes, 8 de julio de 2016

On 17:09:00 by María Serralba in , , ,    Sin comentarios
El realizar ejercicios de escritura es una tarea muy importante, no solo para escribir bien, sino también para ejercitar la memoria, y eso es precisamente lo que, entre otras cosas, hacemos en T.E.C.A.. Pues bien, aquí tenéis una de las anécdotas compartidas por una de mis alumnas. Como podréis leer, un hecho circunstancial puede provocar un tremendo caos.

ANÉCDOTA DE MI PERRITA BUCA

El Blog de María Serralba - Anécdota de mi perrita BucaEn una ocasión, cuando mi marido y yo todavía llevábamos la cafetería-heladería en la Bola de Oro, como por aquel entonces teníamos en casa un cachorro de pastor alemán, que por cierto, era precioso y muy inteligente, de vez en cuando nos lo llevábamos al trabajo. Un día se le ocurrió a mi marido atarlo al barril de cerveza que suele contener unos cincuenta litros, pero casualmente ese día estaba vacío, así y todo lo ató confiado de que el animal no se escaparía. De repente, el cachorro, que tendría unos seis meses, vio pasar corriendo por la plaza a un gato y salió disparado tras él, arrastrando consigo el barril de cerveza que iba dando saltos, sin parar, incluso saltaba por encima de su cabeza.

La gente que había por la plaza y en los comercios de los alrededores, salieron todos a mirar a la perrita que no paraba de perseguir al gato, con el consiguiente estruendo que ocasionaba el barril, que seguía dando golpes sobre el empedrado de las calles de la plaza, y mi marido y yo corriendo detrás de ella con miedo de que pudiera dar un golpe a cualquiera, aunque la mayoría de los espectadores se reían a carcajadas al ver la escena, pero nosotros pasamos mucho apuro.

Cómo nos verían, que aquello dio mucho que hablar durante algún tiempo entre todos los vecinos, casi salimos en el NO-DO, pero, es que no fue para menos.

© Relato de Mª Dolores Aracil (alumna de T.E.C.A.), adaptado por María Serralba
«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba

«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba

«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba

«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba

«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud

«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)

«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos

«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein

«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig