martes, 21 de enero de 2014
On 21:00:00 by MARÍA SERRALBA in Historias urbanas Sin comentarios
No, amigos, no se trata de ningún titular sensacionalista, y mucho menos de una película aunque bien podría haber formado parte del guión de una, en realidad me ha sucedido a mí esta misma mañana. Os pongo en situación.
*********
Hora punta, y no he dicho pu..... (dirigido a los pícaros dialécticos)
Vestuario: Arregladita pero informal, es decir, pinta de ama de casa, o sea, maruja, sin maquillar y con ganas de terminar pronto de hacer la compra para meterse en la cocina y auto flagelarse con las ollas y los cucharones.
Exteriores: Una ancha avenida con amplias aceras, repletas de cacas de perros, restos de basuras, árboles faltos de agua y transeúntes acelerados que ni se detienen a mírate porque tienen prisa y, entre otras cosas, porque no reconocen bajo este perfecto y logrado camuflaje urbano, a una famosa escritora como yo (perdonad que alimente mi ego).
Móvil: Necesidad imperiosa de hacer una transferencia bancaria para poner en marcha un nuevo proyecto y hasta ahí lo que puedo contar.
Localizaciones: Entidad bancaria muy reconocida, cuyo color predominante es el rojo cereza, y no doy más pistas para así no hacerles publicidad gratuita.
Escena: Ante mí la puerta pesada del banco, de mango metálico y helado, más en invierno, como es el caso, y junto a ella un pequeño e irrisorio timbre en comparación con las proporciones descomunales de la puerta, ¡ah!, y que no se me olvide, pegado debajo de él con cinta adhesiva, un gracioso cartelito que dice: "llame para entrar". Y eso hago, llamo...., espero, llamo..., espero, re-llamo... y nada. "Que extraño, ¿será posible que hayan cerrado tan pronto?" -me pregunto, y me acerco para pegar mi moflete al frío cristal ahumado e intentar observar su interior, pero al momento, un leve zumbido me indica que alguien, quizás una mano negra, ha accionada la palanca de apertura.
Liberada de mis dudas, me dispongo a entrar, por cierto, me he olvidado deciros que no iba sola, durante toda la mañana me he hecho acompañar de un objeto casi inmortal, mi carrito de la compra, un utensilio legendario donde los haya, que ya pertenecía a mi difunta madre y que por herencia, pasó a ser de mi propiedad y cuyo tejido que lo recubre -escocés a rayas verdes y rojas-, parece sacado de la serie "Cuéntame", sin embargo, reúne tantos recuerdos que me he negado en redondo a reemplazarlo por los que hay ahora en el mercado y que son tan sofisticados que solo les falta comprar solos.
Bueno, volviendo al tema. Mi carrito y yo accedemos a la primera fase del banco, un espacio reducido que encuentras siempre tras el escalón, que como mucho alberga una repisa con cuatro folletos repetidos y poco más. Ahí, te sueles quedar parado como un pasmarote ya que frente a ti, se proyecta hasta el techo un arco de hierro detecta metales o, en su defecto, una urna de cristal.
Perdonad si divago un poco, pero mientras os narro esto, me acuerdo perfectamente de mi visita a las pirámides de Egipto, con su estructura en cámaras formando un embudo, a cual más estrecha y diminuta, hasta que llegabas al "santa sanctórum", pues bien, aquí, casi más de lo mismo, aunque el "santa" en realidad sería el señor Cajero. Supero el primer bloqueo y me encuentro ante esa jaula de cristal que os comentaba, con un panel lateral con luces que van alternado del verde al rojo y viceversa. Tras pasar la persona que estaba delante de mí llega mi turno, y allá voy yo con mi carrito. Se abre la puerta corredera y entro. Se cierra la puerta corredera y espero a que se abra la otra que me llevará hasta el "santa", pero... no se abre... no se abre... ¡Oye!, que esto no se abre -grito en mi interior-. "¡Uy!, ¡uy!, aquí pasa algo raro" -me digo y sigo esperando, hay que mantener la calma y ser cívico, lo dice en el manual del ciudadano, o algo parecido.
¡¡¡¡ EL SISTEMA HA DETECTADO UN OBJETO METÁLICO NO IDENTIFICADO !!!!
"¿Queeeeeeeee?, ¿pero esto que coooo es?". El sonido de una voz robótica se hace escuchar por todo el banco anunciando que "la intrusa", es decir, yo, lleva algo metálico con lo que no puede acceder al interior. Pero... ¿es que están ciegos? Pues claro que llevo un objeto metálico, pero ¿NO IDENTIFICADO? Señores míos, salta a la vista que es un CARRITO DE LA COMPRA de 30 cm. de altura, con estructura de hierro y ruedas de goma y no un arma de fuego, ¡por todos los Santos!
Sintiéndome el centro de atención de todas las miradas -ojala fuese porque creen que soy Jennyfer López en la entrega de los Grammy-, espero paciente a que algún alma caritativa se apiade de mí y me abra la otra puerta, pero mi gozo en un pozo. Me mira el administrativo y acto seguido mira al cajero. Me mira el interventor y acto seguido mira al cajero. Me mira la mujer que va delante de mí y que ya está siendo atendida en la caja y ¡al fin!, me mira el cajero, instante que aprovecho para con señales de brazos, al más genuino estilo TOP GUN puedes aterrizar aquí, indicarle que mi carrito no es un arma peligrosa y que como mucho, puede llenarle de acelgas y lechugas, que es lo que en ese instante llevaba en su interior.
Pues bien, amigos, aun así, con la evidencia ante sus ojos, me ha dejado unos minutos enjaulada en mi jaula de cristal, valga la redundancia. INCREÍBLE. Menos mal que luego me ha ofrecido sus... ¿disculpas?, para nada, en absoluto, encima la culpa era mía por no haber dejado el carrito en la entrada.
-¡Oiga! A parte de que en ningún cartel indica que se dejen los carros en la entrada, ¿quién me garantiza que si lo dejo en la entrada no se lo lleve alguien?
La mirada de desprecio dirigida hacia mi carrito por parte del cajero y luego, la sonrisa de sorna hacia mi persona, me ha dejado todo claro, mi carro no estaba a la altura de la clientela que frecuentaba la entidad, aunque, no he de negar que no habría Dios que se lo llevara debido a su apariencia, pero de estar lleno, bien que le habría solucionado el sustento a alguien, aunque fuese por un día. Pero tenéis que estar de acuerdo conmigo que tampoco es para decirlo tan alto ni tan claro; si los carritos hablasen....ja, ja, ja.
viernes, 17 de enero de 2014
On 18:50:00 by MARÍA SERRALBA in Ventana Cultural Sin comentarios
En mi afán de llegar a todas partes y hacer más estrecho el lazo que une a los libreros con el autor y el lector, esta misma mañana he puesto en marcha una iniciativa un tanto descabella, pero curiosamente ha dado resultado, como todo lo descabellado que yo hago... ja, ja, ja. He contactado con todas aquellas librerías donde, supuestamente, están mis novelas, pero antes de continuar he de decir, que a mis "criaturitas" no las dejo en manos de cualquiera, por ello realicé un minucioso análisis de todas aquellas librerías donde me gustaría que les diesen cabida y creo que he acertado en la elección. Juzgad vosotros mismos, así que preparad vuestro Carrito de la compra y acompañadme.
LIBRERÍA LUA - Guadalajara
La Librería Universitaria Alcarria, más conocida por Librería LUA, fue creada en el año 1986, un año después de mi nacimiento, quizás ello fuera ya una premonición. Desde entonces presta un inmejorable servicio tanto a universitarios como a profesionales de la localidad de Guadalajara y ahora, también a esta hija adoptiva que se ha afincado con su novela entre sus lindes.
De considerables dimensiones, la Librería LUA, ofrece al visitante todo tipo de textos, gracias a un amplio y nutrido catálogo general, así como posee una sección de infantil, otra por especialidades para opositores y profesional de diversos sectores y libros de texto enfocados a la enseñanza.
Datos de contacto:
Librería Universitaria Alcarria S.L.
C/ Virgen de la soledad 14,
19003 Guadalajara
Tfno: 949210688
www.librerialua.es
EL DIOS DEL FARO en... LIBRERÍA UNIVERSITARIA ALCARRIA - Guadalajara |
*******
&&&&&&&&&&&&&&&&&&
LIBRERÍA NUEVA GALA - Granada
La Librería Nueva Gala de Granada inició su andadura como un establecimiento más, donde los libros eran su mayor referente sin embargo, poco a poco, ese concepto fue cambiando hasta lo que es en la actualidad, es decir, un espacio multicultural donde al tiempo que buscas tu libro favorito, también puedes asistir a conferencias y presentaciones de tus autores preferidos en la sala de cultura habilitada a tal efecto, todo ello, gracias a una reestructuración interna y a una atrevida apuesta donde los antiguos empleados pasaron a formar parte de la directiva de la sociedad.
EL DIOS DEL FARO en... LIBRERÍA NUEVA GALA - Granada |
Datos del contacto:
Calle Almona de San Juan de Dios, 15
18001 - Granada
Tel: 958 281 643
fax: 958 281 782
web: http://scnuevagala.blogspot.
mail: lnuevagala4@gmail.com
jueves, 16 de enero de 2014
On 20:46:00 by MARÍA SERRALBA in Publicaciones Sin comentarios
On 18:57:00 by MARÍA SERRALBA in InfoBlog Sin comentarios
Mi aventura con el BOOK MÓVIL en esta ocasión ha sido para desplazarme hasta la localidad de Elche, donde tenía un encuentro literario con un grupo de buenos amigos de las letras.
El lugar elegido para dicho encuentro no podía ser más peculiar en su conjunto, me estoy refiriendo a la cafetería Marycake´s Elche en c/Mare de Deu del Carmen, nº 7
Un local pequeño, íntimo y acogedor repleto de simpáticos detalles pero sobre todo, de glamour y si eso fuera poco, atendidos con una amabilidad extrema por parte de su propietaria Isabel, quien nos ha mimado en todo momento ofreciéndonos sus delicias recién horneadas.
Un local pequeño, íntimo y acogedor repleto de simpáticos detalles pero sobre todo, de glamour y si eso fuera poco, atendidos con una amabilidad extrema por parte de su propietaria Isabel, quien nos ha mimado en todo momento ofreciéndonos sus delicias recién horneadas.
Isabel, una mujer encantadora y genial repostera |
Isabel preparándonos los tés y cafés en su original y acogedora barra |
Hoy tocaba tarta de zanahoria y nueces, y tras probarla, hemos confirmado que lo que decía Isabel -la dueña- era totalmente cierto, un pastel suave, que se deshace en el paladar y que estaba de re-que-te-chu-pe-te.
Desde el mismo instante en el que he entrado en el local, he tenido la sensación de encontrarme como en casa, no solo por los amigos que me esperaban con una gran sonrisa, sino también, porque la decoración de sus paredes me era muy familiar, búhos por todas partes, ¡genial!
TODA UNA TENTACIÓN |
Desde el mismo instante en el que he entrado en el local, he tenido la sensación de encontrarme como en casa, no solo por los amigos que me esperaban con una gran sonrisa, sino también, porque la decoración de sus paredes me era muy familiar, búhos por todas partes, ¡genial!
Marga y Antonio Buitrago con Luisa Guillén |
El grupo tertuliano lo ha compuesto Marga Buitrago, Luisa Guillén, Antonio Buitrago, Manuel Segarra, Suny González, Helena Vilella, Gregorio Sánchez y un agregado de última hora, José Salieto, todos ellos amigos poetas, pensadores, narradores de historias y una servidora, y todos, con el mismo denominador común, el transmitir sentimientos, inquietudes y pensamientos a través de la palabra escrita.
Mis "criaturitas" tampoco quisieron perdérselo, es más, en el grupo ya tenían algún que otro admirador. |
Entre taza de café con leche y tés aromatizados, ha ido surgiendo una amena charla, en ocasiones, varias de las conversaciones se solapaban aunque a nadie le importaba y mucho menos, le impedía seguir con su conversación inicial con el compañero, podríamos decir que ha resultado ser una mega tertulia llena de intensísima actividad.
Una cariñosa despedida y un, hasta pronto, ha dado por finalizado el ameno encuentro con estos amigos ilicitanos. Todo un placer.
martes, 31 de diciembre de 2013
On 21:55:00 by MARÍA SERRALBA in Describiendo una imagen 1 comentario
MARÍA SERRALBA... Aceptó el reto y escribió.
— ¡Eh!, tú, zorra, ven aquí ahora mismo, ¿me
oyes?, no te he dado permiso para que te vayas todavía -le gritó Luis
mientras intentaba esquivar el muro que le suponía el cuerpo desnudo
de Javier para salir tras ella.
— Déjala ya. Creo que ya es suficiente
por hoy, ¿no te parece?, además, tú y yo tenemos todavía algo pendiente,
recuerdas...
De nuevo la voz melosa de Javier ejercía el poder
de un bálsamo en el temperamento de su encolerizado amigo, sabía que tenía
que ganar tiempo, fuera como fuese, para que Valeria pudiera recoger
algunas de sus pertenencias y al fin, desaparecer de sus vidas para siempre.
"Desaparecer de mi vida". Aquellas
palabras no podía asimilarlas, después de tanto tiempo, de tantas confidencias
compartidas, ¿cómo iba a afrontarlo? Haciendo marcha atrás en la memoria,
todavía recordaba las meteduras de pata en la etapa universitaria, y a una
muchacha dispuesta y estudiosa que siempre salía a su paso para ayudarle. Desde
el mismo instante que la vio, supo que estaba perdidamente enamorado de ella,
pero su timidez le hizo mantener el secreto, incluso cuando ella
le informara que había pensado contraer matrimonio con un socio de su padre,
por supuesto, por conveniencia, aunque en el fondo -según le confesaría un
tanto ruborizada-, también le atraía aquel hombre, a pesar de que en las tres
citas en las que había ido con su padre a conocerle y hablar un poco con él, sintió como si le absorbiera toda su voluntad tan solo con la mirada.
— ¿Estás segura del paso que vas a dar? -le
consultó Javier con cara de circunstancia, esperando con toda su alma que ella
le dijera que no, y así, volver al estado en el que se encontraba la relación
entre ellos, pero sus esperanzas se desvanecieron al instante cuando ella le
respondió.
— Sí. Creo que como dice mi padre, ya es
hora de que deje de actuar como una adolescente, además, él espera mucho de
este enlace y no puedo defraudarle.
— Pero eso no es justo, Valeria. Lo que tu padre
piense no has de tenerlo en cuenta, estamos hablando de tus sentimientos, de
compartir la cama con un hombre que ni siquiera sabes que pie calza.
—Lo sé, Javier, lo sé, pero yo no podría
defraudar a mi padre y mucho menos ahora, que parece que su salud no anda muy
bien, además, los entendidos en el amor dicen, que el enamoramiento no existe como tal, y que el amor es más bien un proceso que tenemos que ir trabajando día a día.
—¿Expertos?, ¿entendido?, todo eso son tonterías. Sabes que te tengo mucho cariño, que has sido la
mejor amiga que he tenido, por no decir la única, así que por todo eso, me
considero con la suficiente confianza como para pedirte de rodillas que, por favor,
no hagas esa locura, algo me dice que te arrepentirás toda la vida.
Aquel fue el único día que trataron el tema del
casamiento, acto seguido, ella empezó a excusarse con que tenía que concretar
los preparativos de la boda cada vez que él pretendía quedar para tomar una
copa, o dar un paseo por el parque, tal como solían hacer cuando alguno de los
dos necesitaba compartir con el otro sus preocupaciones. Valeria se le escapaba
de las manos -pensó Javier-, y lo malo es que él no sabía de qué forma
retenerla a su lado un poco más.
—¿No habías dicho que teníamos algo pendiente? -De
súbito, la voz de Luis sacó a Javier de sus pensamientos retornándolo a la realidad-. Pues
pongámonos a ellos, que dentro de media hora tengo que estar en el despacho
para una reunión importante y no puedo llegar tarde por gilipolleces como esta.
¡Ah!, y a ver si cambias de una vez ese gesto de amargado, si es por ella, ni te preocupes, mejor
olvidémosla, volverá cuando se quede sin dinero, ya lo verás, todas son
iguales.
Sujetando a Javier por el cuello, Luis se lo
llevó casi a rastras hasta la cama. Javier sabía que lo que iba a suceder a
continuación no tenía nada que ver con hacer el amor, eso, solo lo
había hecho una sola vez con Valeria, aunque ese día los dos estaban
ebrios y no contó como algo transcendental, más bien, como una consecuencia de
mezclar alcohol, una racha buena de resultados en los exámenes y hormonas con
ganas de pasárselo bien. A partir de ese día, la distancia prudente y el trato
cortés volvió a reinar entre ellos, nunca se repitió ni se habló más del
incidente, así que Valeria, dio por sentado que a su compañero, igual no le gustaban
mucho las mujeres o al menos de su tipo; qué equivocada que estaba.
De forma rápida, segura y sin titubeos, tal como
le gustaba a Luis, Javier hizo lo que el otro le fue pidiendo para nada
más terminar, ver como se metía en el baño y volvía a su rutina diaria,
dejándole allí tirado como una colilla a la que nadie prestaba atención, o como
mucho, a la que todo el mundo podía pisotear, pero ya no sentía nada, solo que Valeria
se había ido definitivamente de su vida y con ella, también su único amor.
JESÚS CORONADO... Aceptó el reto y escribió.
Mientras
Javier seguía lamentándose en silencio, Valeria ya estaba en la calle. Recogió
lo que pudo meter en aquella maleta con ruedas que tenía en lo alto del vestidor, la
misma con la que trajo sus escasas pertenencias cuando se instaló por primera
vez en esta casa. Era lo único que en aquellos momentos consideraba suyo. Sin apenas pensar en lo que iba metiendo en
ella de forma desordenada, las carcajadas
y exigencias de Luis saliendo de la que fue su habitación, sirviéndole
de acicate para salir de allí cuanto antes. Así que cerró la maleta y se marchó
a toda prisa con los gemidos de Luis penetrando como un alfiler ardiente en sus oídos hasta perforar los tímpanos, unos
gemidos que le produjeron arcadas que contuvo como pudo para no vomitar en las
escaleras.
Ni tan siquiera el frío aire que
sintió al abrir la puerta del zaguán le hizo volver a la realidad. Su mente, envuelta en una niebla
espesa y húmeda, apenas le dio margen para recordar cómo había llegado al lugar
donde ahora se encontraba. El agua caliente golpeándole la nuca fue lo primero
que sintió. Sentada, con las piernas encogidas,
las manos y la cabeza sobre sus rodillas, vestida, incapaz de recordar. Se limitó a quitarse la ropa mojada
y dejar que el agua y el jabón se llevaran la confusión y la rabia. Pero no se
ha inventado todavía agua y jabón que haga eso. Cerró el grifo de la ducha, se
envolvió en una toalla y salió del baño para enfrentarse con una habitación de
hotel barato envuelta en la tenue luz
que la lámpara de la mesilla de noche esparcía. Se acercó a la cama y dejó caer
su cuerpo sobre ella como si todo el cansancio del mundo se hubiera depositado
sobre sus espaldas. Y de repente… lloró. Lloró sin consuelo posible, hasta que
no le quedaron lágrimas que arrastraran
sus malas decisiones, solo un tremendo deseo de dormir sin sueños.
La luz del Sol se filtraba por los
agujeros de la persiana en líneas oblicuas ocupando toda la superficie de la
habitación. Valeria se encontró observando las motas de polvo suspendido que jugaban
a viajar a través de ellas, como si de un expreso a ninguna parte se tratara.
Dejó transcurrir unos minutos. Necesitaba ser consciente de donde se encontraba
y ordenar a su cuerpo que reaccionara. Se levantó y se dirigió al baño. Cuando
llegó frente al espejo, se encontró con un rostro de mujer que no podía ser el
suyo. Tenía los ojos enrojecidos e hinchados de tal manera que lo deformaban haciéndolo
irreconocible. Lo miró fijamente y los recuerdos acudieron agolpándose sobre su
frente como bolas de billar rebotando sobre las bandas de la mesa. Un
matrimonio de conveniencia con un hombre que nunca quiso, una vida llena de encuentros de ida y vuelta,
de amores de papel que dejaba pasar una y otra vez… Y de Javier, el único
hombre al que siempre amó. Y sin poder contener el calor que ascendía desde sus
entrañas, volvió a llorar. Pero estas
lágrimas eran distintas, eran lágrimas de rabia, de furia contenida que gritaban ¡basta ya! Se prometió
que Iban a ser las últimas.
—
“Volverá cuando se le acabe el dinero” ¡Maldito
cabrón! No te voy a dar ese gusto.
Si quieres leer los capítulos anteriores, visita su página:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba
«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba
«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba
«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba
«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba
«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud
«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)
«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos
«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein
«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig
Buscar
Translate
YO estoy con MARÍA
MICRO ESPACIOS
A la sombra de tu piel
AGENDA
Baúl recuerdos
Blog-programación
Coachin Literario
Da tiempo al Amor
Describiendo una imagen
Distribución
El Dios del faro
El Legado de Flavia Julia-Trilogía
ENTRE AMIGOS
Hijo de mi vida
Historias urbanas
InfoBlog
LA TRASTIENDA
María pregunta a...
Medios
MITCHIE SPACE
Novelas entre dos
PROYECTO MARÍA SERRALBA
Publicaciones
T.E.C.A.
Ventana Cultural
Ventana solidaria
Zen María
<" async="async">