DA TIEMPO AL AMOR "Novedad"

DA TIEMPO AL AMOR  "Novedad"
TAMBIÉN DISPONIBLE EN AMAZÓN

sábado, 9 de junio de 2012

On 23:27:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios
Cariño mío, se cuanto me has echado de menos.
Las flores del jardín me lo siguen diciendo cuando las contemplo y recuerdo el día que juntos las plantamos, las mismas que cada día riego con mi amor de primavera esperando tu vuelta.
Lamento haber dudado de ti, pero tu partida inesperada me llegó a hacer pensar que tus besos no eran sinceros, sino migajas de los que horas antes habías ofrecido a otras; de que tus abrazos, los que siempre habían sido conmigo tiernos y cálidos, se habían acabado a raíz de echarte en cara que me dejabas dormir sola noche tras noche; de que tus silencios en nuestras charlas, eran provocados por mis alusiones a que yo, ya no te importaba lo más mínimo, pero cariño, ¿porqué nunca mostrabas algo de interés por saber en lo que mi mente había estado pensando?, ¿es que no recordabas que me sentía sola sin tenerte a mi lado?
Cuanto lamento haber dudado de ti, amor mío, ven pronto, te lo ruego, yo, todavía te espero.

©María Serralba


On 22:39:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios




Hoy visité tu morada en el viejo cementerio.
 
Desde lejos descubrí, que tu hijo, el arquitecto,
también había acudido y lloraba ante tu foto con pesar y desconsuelo.
Junto a él había un niño que aferrado a su mano,
le preguntaba el motivo de su pena y de su llanto.
 
Entre sílabas cortadas, tu hijo le confesó que te echaba mucho en falta,
que anhelaba tus consejos y añoraba tus palabras
y tus días de descanso, cuando jugabas con él en la orilla de la playa.
 
A mitad de su discurso, el niño le señaló con su manita rosada
un manojo de amapolas, que marchitas, descansaban en las letras de tu nombre.
Con una alzada de hombros, tu hijo le respondió que quizá,
aparte de ellos, alguien más te añoraría, aunque no le dijo dónde.
 
Esperé que se alejaran, pues no quería que vieran en mi cara reflejada la agonía del momento.
 
Cuando llegué junto a ti, me desplomé de rodillas.
Las lágrimas que fluían como torrentes de sal empapando mis mejillas,
me impedían vislumbrar las pequeñas florecillas, tus únicas compañeras durante días y días.
 
Sí, mi amor, tus favoritas,
las mismas que embellecían con sus colores divinos aquel rincón que encontramos en verano junto al río.
Sí, mi amor, aquel rincón,
al mismo al que acudimos a pescar junto a tu hijo, donde ambos nos miramos y al final reconocimos, que uno era del otro y el Mundo, nuestro testigo.
Ahora, mejor que nunca, ahora que no estás vivo,
comprendo su reacción al desvelarles a todos nuestra extraña relación.
 
Pero este amor es tan grande,
este sentir tan divino,
que es difícil de entender, a no ser, que, como yo,
seas siempre el carcelero de un recuerdo tan sincero,
de nuestras noches de anhelo,
de nuestros bellos silencios,
y de un sentir sin consuelo al saber que nunca más te tendré junto a mi cuerpo.
 
©María Serralba


viernes, 8 de junio de 2012

On 23:46:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios
El encontrar regocijo en mi propia circunstancia, esperando con anhelo que, un atisbo de esperanza haga brillar las estrellas y me eleve al Infinito junto a una luna de pena, tan solo ha hecho cegar mis ilusiones perdidas con su luz crepuscular, con la fuerza desmedida que tiene todo mortal, cuando ve que, en su desdicha, tan solo existe una luz, una tenue lamparilla que le anima a proseguir y defender con bravía lo que otros desecharon, que es, su credo en esta vida.
©María Serralba
On 22:30:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios

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Que tiempos aquellos, ¿los recuerdas, Glaux, viejo amigo, cuando mirábamos el mundo con los ojos de la inocencia y creíamos que a nuestro alrededor siempre habría mariposas y flores de colores que llenarían los valles y los prados? Cuanto ha cambiado todo, ¿verdad?, menos mal que nosotros, aquí, desde lo alto de este árbol, podemos seguir contemplándo como la vida pasa a nuestros pies. M.S.

On 16:30:00 by MARÍA SERRALBA in    Sin comentarios

Tal como os prometí, aquí estoy de vuelta pero con las manos vacías y sin noticias, lo siento mucho amigos, más por vosotros que por mí, ya que me hubiese gustado corresponder a vuestras maravillosas muestras de apoyo, compartiendo algunas de mis inquietudes, pero ya me advertían compañeros de este mundo literario, y que suelen entrar por aquí, que el camino de un escritor es tortuoso y engañoso hasta llegar a la cima,  y que hay que pisar con pies de plomo ya que suele estar camuflado de bellos recovecos donde la mente tiende a confundir la fantasía con la realidad, así que, no me queda más remedio que cumplir lo dicho, me recluyo a mi buhardilla a escribir la novela lacrimógena que os dije. Un saludo a todos y buen fin de semana. M.S.
«La fuerza inagotable que anida en mi interior, es la fuente de la que se nutre mi perseverancia por ver hecho realidad mi único deseo». Leimotiv de ©María Serralba

«Todo en la vida se puede llegar a lograr, tan solo es cuestión de TIEMPO, de DESEO, de ESFUERZO y siempre dotándolo con una generosa dosis de mucho AMOR». Da tiempo al Amor ©María Serralba

«Cuando la mente y el cuerpo están en perfecta sintonía, el ser humano es capaz de todo, y cuando esto no es así entonces... se puede esperar cualquier cosa de él». A la sombra de tu piel ©María Serralba

«En un mundo donde todo es sentimiento el sexo que tenga este carecerá de importancia». El Dios del faro ©María Serralba

«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba

«Si la inspiración no viene a mí salgo a su encuentro a mitad del camino». ©Sigmud Freud

«Sin los escritores, aun los actos más laudables son de un día». ©José Augusto Trinidad Martínez (Azorín)

«Un autor de historias fingidas escribe el libro que quiere leer y que no encuentra en ninguna parte». ©Augusto Roa Bastos

«Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica y es, la voluntad». ©Albert Einstein

«Las personas solo cambiamos de verdad, cuando nos damos cuenta de las consecuencias de no hacerlo». ©Mario Alonso Puig