María pregunta a... «ANTONIO SELFA RAMÍREZ»

Muchos de nuestros anhelos y sueños suelen tener sus inicios en la tierna infancia. Algunos dejamos de perseguirlos por motivos profesionales, por vergüenza o quizá, porque alguien nos dice en su día que para madurar tenemos que olvidarnos de todas esas pamplinas —un grave error—. El personaje que he entrevistado no solo los ha mantenido vivos, sino que también con ellos ha echado raíces y ha dedicado 53 años de su vida a compartirlos con los demás. Permitid que os presente a ANTONIO SELFA RAMÍREZ, fundador de la LIBRERÍA RAÍCES en Alicante.

Antonio Selfa me ha recibido primeramente en su almacén de la calle Berenguer de Marquina, en un entorno propio de su afición-profesión, rodeado por completo de pilas de libros, vitrinas en las que se exponen objetos curiosos, juguetes antiguos, cámaras fotográficas, posters de cine, cuadros, monedas y entre tanto batiburrillo, dos pequeños escalones que su propietario, como buen conocedor de su jungla, advierte de su existencia a los que le visitamos y quedamos abrumados por tanto contenido interesante ya que, lo más seguro es que nunca mirásemos al suelo y, por consiguiente, sufriéramos un lamentable traspié.

«El coleccionismo es una cuestión de nostalgia» ©Antonio Selfa

¿Cómo y cuándo fueron tus inicios como coleccionista?

Para contarte eso he de remontarme a mi niñez. Nací en Tetuán en 1944, eran tiempos difíciles y mi familia decidió optar por un cambio de aire, así que nos vinimos a Alicante. Nos instalamos en la calle Nueva Baja, sita en el alicantino barrio de San Antón. Mis padres iniciaron un negocio, concretamente una tienda de ultramarinos que contaba con una trastienda que hacía las veces también de vivienda familiar. Allí vendíamos casi de todo, y digo vendíamos, porque yo también empecé a hacer mis primeras incursiones en el mundo comercial. A pesar de mi corta edad, recuerdo que había pedido a los Reyes Magos un juguete, el View-Master, con el cual podías visionar clichés de escenas de películas, pues bien, a cambio de unas monedillas se lo dejaba ver a los niños de mi zona. También recuerdo que había tres mostradores y fue junto a uno de ellos, precisamente, donde empecé a hacer mis pinitos coleccionando cromos, cuentos y todo lo que le gustaba a un niño como lo era yo, incluso cuando llegaban las resmas de periódicos que empleábamos para envolver, me hacía con algún ejemplar para revisar si en su contenido había algo de interés digno de coleccionar.

¿Cómo fue crear Raíces?

A pesar de tener esa inquietud por el mundo del coleccionismo, no siempre acompañan las ilusiones con la situación en la que vivimos.  Me encontraba trabajando de interino en el Ministerio de Educación y Ciencia, en la sección de nóminas, y aquello era una madeja que no había quién le metiera mano. Ten en cuenta que todo se hacía manualmente, así que me pasaba los días y las horas completando fichas con los datos de personas anónimas. Ahora, para lo mismo, existen los maravillosos programas informáticos, pero en aquellos tiempos éramos empleados los que realizábamos la tediosa tarea con bolígrafo y papel. Tanto fue el volumen de trabajo que teníamos que, al menos en mi caso, tuve que quedarme noches enteras en el despacho mientras escuchaba un programa de radio conducido por Manuel Martín Ferrán y, en la sección de deportes, José Mª García, llamado «Hora 25». Al menos ellos me hacían más llevadera la labor que, curiosamente, hasta llegó a entretenerme. Luego pasó de ser manual a mecanizada, con lo cual todo se convertiría en pura rutina y ante la carencia de emociones crecería también mi desencanto, momento crucial que me hizo pensar más seriamente en poner en marcha lo que sería Raíces. Adquirí el local de la calle Álvarez Sereix, el mismo donde está todavía ubicada la librería, aunque aquello más bien se parecía a una caja de cerillas. Por allí no pasaba ni el Tato, aunque sí lo hacían algunos enemigos que me auguraban que cerraría en el plazo de dos meses máximo, pero para mis adentros yo les respondía que mi negocio sería fructífero y les enterraría a todos ellos. Hice alguna que otra feria llevando mis libros en una furgoneta para promocionarnos. El stock en aquellos días era escaso, los libros tenía que ponerlos en posición horizontal para que dieran sensación de plenitud, tal y como he rememorado en los muros de mi establecimiento, todo lo contrario que ahora, que debido a la gran cantidad he de apilarlos en filas de tres.

«Bienvenidos mis enemigos que con sus comentarios hirientes me motivan a seguir adelante».

¿Por qué llamarlo Raíces?

Precisamente por su doble significado. El hecho de venir aquí y echar raíces a nivel personal fue una de las razones, la otra, por ser la raíz de mi inquietud y mi anhelo de la infancia. Ten en cuenta que muchas de las colecciones son generacionales, se inician y finalizan con una generación, de ahí que mi hijo Jorge, el actual propietario de la librería, se haya decantado por ofrecer al público otro tipo de colecciones, mucho más actuales y acordes con los tiempos que corremos.

«Las farmacias curan neuralgias y nosotros nostalgias»©A.S.

Cuadro pintado a carboncillo por Jorge Selfa, propietario de Librería Raíces

Siento curiosidad en conocer algunos aspectos de tu negocio: 

• ¿Qué es lo más extraño que has vendido?
• Lo más extraño fue un catálogo de artículos funerarios, precisamente lo vendí en Madrid y su comprador fue un señor que en realidad coleccionaba ataúdes.
• ¿Qué objeto es el más antiguo en tu librería?
• Pues es un libro del s.XVI del autor Filón de Alejandría, todo un clásico, aunque anteriormente y debido a que también nos dedicábamos a la numismática para subsistir, llegué a tener monedas griegas de época anterior a Cristo.
• ¿Qué es lo más novedoso?

• Podrían ser los videojuegos, cómics, etc., de hecho, no hace mucho mi hijo Jorge organizó en "Las Cigarreras", una exposición denominada "RetroAlacant 2017" donde estuvieron expuestos todo este tipo de objetos, y a la que fueron invitados Andrés Samudio, creador de videojuegos y Alfonso Azpiri, ilustrador de portadas de cómics y videojuegos.
• ¿Qué es lo más preciado sentimentalmente hablando?
• Sin duda mi colección de postales, fotografías y libros de mi tierra natal, Tetuán, aunque eso no está a la venta.
• ¿Qué es lo más valioso materialmente hablando que tienes?
• Un libro cuyo valor puede rondar los 5.000€. Su título es «Ninfeas», y está escrito por Juan Ramón Jimenez, aunque no fue de los más famosos, y está prologado por Rubén  Darío. En la actualidad tengo entendido que solo existen tres ejemplares en toda España. También poseemos otra serie de incunables cuyo precio no te puedo desvelar.
• ¿Y lo más futurista que tienes?
• En realidad ya no lo tengo porque lo vendí, pero era una guía para ir a Marte. Como ves hay coleccionistas visionarios... ¡jajaja!

¿Qué criterio empleas a la hora de adquirir objetos de colección?

En primer lugar he de decirte que en el mundo del coleccionismo imperan los varones con respecto a las féminas, quizá sea por que vosotras tenéis muchas más cosas que atrapan vuestra atención. Lo primero que suelo observar son los gustos del público, las tendencias. En un libro no solo su encuadernación, sino también su texto. Hay libros cuyo texto es nefasto, sin embargo la labor del encuadernador es magistral y viceversa. También suelo trabajar ediciones locales y en muchas ocasiones adquiero bibliotecas completas, está claro que previa valoración de los ejemplares, tanto de su estado de conservación como de su importancia a nivel textual. Pero en otras, también me dejo llevar por mi intuición y mi atracción como coleccionista sobre dicho objeto.

«Siempre hay un mal lector para un mal libro»

Cuadro pintado a acuarela por Jorge Selfa, propietario de la Librería Raíces

Me he dado cuenta que en el almacén mantienes un encantador orden desordenado a pesar de... ¿Cuántas referencias posees en estos momentos?
Fichas referenciadas habrá unas cien mil, pero artículos en general, entre colecciones y libros, muy fácilmente el millón, de ahí que seamos considerados una librería emblemática. En nuestro establecimiento puedes encontrar de todo.

¿Crees que os ha beneficiado la influencia de las nuevas tecnologías?

Por supuesto. Para mi negocio ha supuesto una ventana al mundo. Recientemente hemos enviado libros a Israel y Japón, pero eso ya va siendo lo habitual. Gran parte de las ventas las realizamos on-line, de hecho, incluso hemos tomado encargos de personas que viven cercanas a nuestro establecimiento pero que físicamente nunca nos habían visitado, sin embargo, a través de las redes sociales nos han localizado y seleccionado entre muchos sin problema alguno. Nuestro futuro depende también de nuestras manos y si ello conlleva entrar en el mundo cibernético, se entra, eso sí hay que realizar un buen posicionamiento en la red.

Me gustaría que me citases algunas anécdotas que te hayan acontecido en la Librería Raíces, durante estos cuarenta y un años de historia.

Anécdotas ha habido muchas, pero por citarte alguna, hemos sido espacio para la grabación de cortes de películas, videoclips, anuncios publicitarios, bodas gays y curiosamente, como contrapunto no hemos tenido nunca una presentación o firma de ejemplares, pero ello es debido a las reducidas dimensiones y la distribución de los espacios, aunque ahora hemos ampliado una zona y en breve, queremos ampliar otra más en la parte de la naya, seguramente destinada a museo itinerante.

Aunque soy muy mal fisonomista y me entero a toro pasado, a nuestro establecimiento han venido, tanto de visita como para adquirir algún objeto, personajes famosos, por citarte algunos podría nombrarte a José Luis SanPedro, al cuál estoy sumamente agradecido ya que me obsequió con un Crisolín, ejemplar que suele editar la Colección Aguilar por Navidad en una sola edición, pues este me lo dedicó. Otra visita fue la de Matilde Asensi, quien grabó aquí un fragmento para la presentación de uno de sus libros. Emilio Gutiérrez Caba, el actor, y Javier Gurruchaga, a quien le encanta coleccionar Cuentos de Calleja.

En otra línea decirte que en mis numerosos viajes a concentraciones de coleccionistas, también he vivido alguna que otra curiosa experiencia. Recuerdo un día que un señor me abordó entre todos los que estábamos presentes en una reunión, para venderme unas postales, le indiqué que me las mostrara y para mi regocijo resultaron ser de Tetuán y más concretamente del año de mi nacimiento, está de más decir que por supuesto me las quedé. Ya en el establecimiento recuerdo un caso muy peculiar, un señor entró buscando una enciclopedia que había estudiado cuando era niño y yo le indiqué que sí la tenía. Una vez la comprobó la hojeó delante mío y nos vimos sorprendidos al comprobar que el nombre del propietario que estaba inscrito en las primeras páginas era precisamente el de él. Durante un tiempo también tuvimos expuestas unas máquinas de escribir antiguas pero no se vendían. Una mañana vinieron unos señores y se llevaron las tres de golpe, ojalá hubiese tenido más.

¿A vosotros también os ha afectado la crisis?

Por supuesto, pero optamos por hacernos fuertes, así que combatimos la crisis con agresividad, es decir, que aumentamos el volumen de nuestro stock y al parecer fue una buena idea, ya que aquí seguimos.

Si quiere ponerse en contacto con la LIBRERÍA RAÍCES lo puede hacer en:

Calle Álvarez Sereix, 8 / 03001 - Alicante (España)
Teléfono: 965.207.775
Email: info@libreria-raices.com
Pedidos: pedidos@libreria-raices.com
Consultas: gestionlibreriaraices@hotmail.com
O a través del formulario de contacto de la web http://libreriaraicesalicante.blogspot.com.es

Leer más