REAL LICEO CASINO DE ALICANTE.- El AYER y el HOY con 175 años de historia.

¡¡BIENVENIDOS!!

al

REAL LICEO CASINO DE ALICANTE

No sé a vosotros pero a mí particularmente, hay ocasiones en las que me gustaría volver la vista atrás y ver quiénes estuvieron en un lugar determinado antes de que yo pasara por allí. Eso precisamente me sucedió el otro día mientras realizaba una visita casual -para organizar el evento de los 4 autores del 11 de Diciembre- al Real Liceo Casino de Alicante.

Si indagamos un poco en los orígenes del mismo sabremos, que en Abril de 1839, hubo un grupo de personas que bajo la denominación de "Liceo Artístico y Literario", empezaron a mover los engranajes de lo que varios años más tarde volvería a resurgir como "Asociación de Amigos". Aquel grupo de personas -sobre la centena-, tenían una sola meta o podría llamarse ilusión, el poseer un lugar donde reunirse, charlar e incluso jugar una partida de cartas.

Detalle del Acta de Constitución de la Sociedad fechada el 28 de Abril de 1839

El edificio donde ahora se ubica el Real Liceo Casino de Alicante, en verdad fue el palacete de los Marqueses de Escalambre. Este, junto a otras adquisiciones como la residencia de los señores de Bas anexa al mismo, sufrieron varias reformas lideradas por el arquitecto Guardiola Picó hasta llegar a convertirse en una sola y magnífica construcción de más de ochocientos metros cuadrados de superficie, distribuidos en tres plantas.

Fuente: Asociación Cultural ALICANTE VIVO

Entre sus numerosas dependencias podíamos encontrar la azotea-jardín, que tenía como vistas el paseo de la Explanada de España; una terraza en la parte baja donde se solía tomar el sol mientras se participaba de la actividad social de la ciudad, y otra en el piso principal que se integraba perfectamente con el regio Salón Imperio y resaltaba aun más el diseño de la fachada del edificio. Como complementos podían apreciarse la balaustrada de hierro forjado y querubines en las bases de las luminarias (los originales se conservan a buen recaudo ya que son de bronce bañados en oro sobre columnas de alabastro jaspeado), además de contar con un amplio ático.

Fuente: Asociación Cultural ALICANTE VIVO

A mi llegada, nada más entrar, me encuentro ante la escalera imperial, de mármol con pasamanería en nutrida madera y calado de bronce. Todavía conserva su porte regio y sus ricos materiales, aunque presenta alguna que otra modificación con respecto a la de antaño como podréis observar.

A ambos lados de la escalera lucen dos preciosos ejemplares de jarrones chinos auténticos.

En el primer rellano se encuentra actualmente la Recepción, la cual es atendida por un amable y paciente hujier que se nota que lleva toda la vida al servicio de este establecimiento o similares, y al requerimiento de las necesidades y excentricidades de sus socios. En esta ocasión a sido Mª Luisa, la encargada de la programación cultural del Casino, quien me ha dado libre acceso al lugar y se ha prestado a enseñarme todas las dependencias.

Fuente:  Asociación Cultural ALICANTE VIVO

En esa misma planta, en su ala derecha, se encuentran varios salones de lectura. Antiguamente las salas destinadas a lectura o charla -como la que podéis apreciar en la imagen que os adjunto-, conservaban el encanto atemporal de los lugares con glamour. Las tonalidades verdes Nilo y sombras asalmonadas predominaban en tejidos y tapices de damasco que lucían algunas de sus tapicerías y paredes. Grandes espejos contribuían a la captación de los rayos solares transformándolos en matices dorados que envolvían el lugar como si este estuviese adormilado. Otro de sus encantos era el lucimiento en sus paredes de numerosas obras de arte que disfrutaban del halo de intelectualidad y esnobismo que allí se respiraba. Entre dichas obras podíamos reconocer las pertenecientes a pintores relevantes de aquella época, como los renombrados Lorenzo Casanova Ruiz: su discípulo, Adelardo Parrilla; Lorenzo Pericás Ferrer o Heliodoro Guillén Pedemonti entre otros.

Fuente: Asociación Cultural
ALICANTE VIVO

Debido a que hoy en día, para subsistir, este tipo de espacios han de adaptarse a los tiempos que corren, en el Real Liceo Casino de Alicante también se ha tenido ello en cuenta. En uno de sus espacios más acogedores está ubicación el bar-restaurante La Hostelería, donde puedes disfrutar del buen comer y de la fusión de la gastronomía mediterránea e innovadora al tiempo que servicios de catering, cubriendo así la celebración de eventos que oscilan de 20 a 250 comensales, dependiendo de la sala elegida a tal fin. Galas, comidas de empresa, bodas, etc. se han llevado a cabo en este lugar y bajo este marco incomparable y tan alicantino.

Y junto a él, nos adentramos en otra época. Estamos en el bello Salón Imperio. Cristales tallados, lámparas con repujados y grandes espejos forman parte de este espacio cargado de un curioso mobiliario de la época, que todavía se conserva en perfecto estado. Su palco, destinado a las visitas destacadas, domina todo el salón que en múltiples ocasiones fue y ha sido utilizado como salón de baile, aunque la vista del que lo visita siempre queda atrapada por los centelleantes destellos de su lámpara central.

Detalle de los frisos del techo

Salón Imperial con la disposición de mesas para banquetes.

Entrando un poco en su historia os contaré, que esta lámpara que cuenta en su haber muchos más de cien años, y que fue realizada en Krups, una de las mejores fábricas alemana, en cristal de roca y bronce, con globos traslúcidos, cuando llegó a España, concretamente a Alicante, estalló la II Guerra Mundial, destruyendo tanto la fábrica dónde fue elaborada como sus registros de clientes, albaranes de pendientes de pago, etc.

De la mercancía entregada en Alicante no hubo constancia alguna, lo cual provocaría que esta preciosidad quedara afincada en nuestra tierra y nunca llegara a pagarse a sus respectivos fabricantes. En su día la lampara tenía mayores dimensiones, pero debido a las modificaciones que se realizaron en el edificio a fin de bajar los techos, tuvo que ser ajustada y se seccionó uno de sus tramos, convirtiéndose posteriormente en diversos apliques que en la actualidad aparecen pendidos en la pared como si se tratasen de lámparas anexas.

Detalle del balcón corrido destinado al palco o zona para músicos

Salón Imperial con disposición para bailes

Este tipo de estancias, como la zona de billar, sala de visitas, sala de juegos de mesa, sala de juntas y guardarropía, etc, todavía se conservan pero... ¿os imagináis cómo sería el ambiente  en aquella época?

Abandono embelesada esa planta para seguir asciendo por la escalera de mármol y bronce al siguiente rellano, donde se ofrece, ante un imponente escudo de España, tres bustos de mármol de Carrara, un cuadro estupendo y detallista del pórtico principal de Iglesia de Santa María, y un lienzo cuyas enormes dimensiones, de suelo a techo, debido a las modificación de espacio en algunas zonas, en la actualidad ha quedado atrapado en un rincón y no puede ser trasladado a otras dependencias; lástima, por que en la penumbra donde se encuentra no se aprecia la gran belleza de su trabajo, ni la expresividad que muestras los personajes que aparecen en dicha escena "El encuentro".








También podemos encontrar zonas de ocio para disputar una partida de mus, dominó o cartas, pero está visto que mires a donde mires, en este lugar siempre puedes encontrar un tesoro oculto, como este precioso mueble para guardar la correspondencia.

Dentro de la colección pictórica que posee el lugar, también podemos encontrar frescos de diversos pintores, todos ellos de una calidad inmejorable.

Cuadros de acuarelas pertenecientes al pintor alicantino Gastón Castelló

Y ¡al fin! me encuentro en su biblioteca, un lugar que huele a libro antiguo y a sabiduría.

En este lugar con solera y mobiliario al más puro estilo Luís XV, dentro de sus vitrinas de nogal con repujados de marquetería, se atesoran más de siete mil volúmenes, ejemplares donados la mayor parte de ellos por sus socios, entre los que se puede encontrar los que con el paso del tiempo, han aumentado considerablemente su valor inicial, en otros, sin embargo, su valor estriba en el sentimentalismo que ha depositado en ellos su propietario y que le ha hecho valedor de estar en aquel lugar honorífico.

Espacio ideal para llevar a cabo un contertulio, una exposición, o un encuentro literario como es el caso que me ocupa y que en breve tendrá lugar en este mismo emplazamiento.

Me despido del lugar inmortalizando el momento junto con cuatro de los socios honoríficos del Real Liceo Casino de Alicante, quienes muy amablemente quisieron posar ante otro de los tesoros que guarda este lugar, un óleo del reconocido artista alicantino Gastón Castelló.

Rebecca Van Winter, Alberto de Sayas López, Eva Mª Galán, Santo Segovia,
Fernando Martínez, José Luis Zaragoza y yo

Otros artículos relacionados:

ENCUENTRO LITERARIO DE CUATRO AUTORES