viernes, 27 de julio de 2012
On 21:28:00 by MARÍA SERRALBA in Baúl recuerdos Sin comentarios
Hola amigos, abro mi baúl de los recuerdos para contaros como fueron mis comienzos en esto de la escritura.
En gran medida, durante el período infantil, me sentí muy influenciada por las historias juveniles narradas por la prolífera escritora inglesa, Enid Mary Blyton Pollock Darrel Waters.
Con más de seiscientos libros en su haber, y según el Index Translationum (2007), quinto autor más popular del mundo, con más de 3.300 traducciones de sus obras y más de 400 millones de copias vendidas, la incomparable Enid había sido una niña con una infancia difícil, lo cual le hizo crear un modelo escapista de la realidad que terminaría por plasmar en su literatura.
Rebuscando en mi biblioteca, he encontrado la colección completa de TORRES DE MALORY fechada por una imprenta española en 1964, justamente un año antes de mi nacimiento y que adquirí poco a poco con los ahorros que iba consiguiendo al administrar debidamente mis pagas de Navidad; ¿una premonición?, quién sabe, lo que sí es cierto, es que siguiendo a su protagonista, la niña Darrell Rivers, a la edad de doce años me transporté mentalmente al internado inglés que describe la escritora en su historia, y contemplé desde una de sus torres, el impresionante acantilado que desciende hasta la playa, cuyas aguas por lo general embravecidas, solían llenar a diario la piscina natural donde se bañaban las alumnas que estudiaban en dicho centro.
Los seis libros que componen esta saga,
fueron escritos -uno por año- entre 1946 y 1951
MAPA DE TORRES DE MALORY
AUTÓGRAFO DE ENID BLYTON
domingo, 22 de julio de 2012
On 16:01:00 by MARÍA SERRALBA in Baúl recuerdos Sin comentarios
Queridos amigos, hoy he encontrado un verdadero tesoro entre los papeles de mi bahúl de los recuerdos.
Voy a ofreceros, en primicia, los bosquejos de la mente de una niña de diez años que un día sintió que la poesía, no era solo un juego de rimas, estrofas y pareados que podían formarse con frases cuyo sentido oculto aún no conocía.
Esa niña era yo, una jovencita que en breve guardaría los lazos de raso de sus coletas, para convertirse en una adolescente, y cuyas inquietudes e ilusiones ya por entonces, solía reflejar en una hoja de papel sin saber que estas poesías, todavía virginales e inocentes, empezarían a formar los cimientos sobre los que se asentaría, años más tarde, su pasión de escritora y poetisa.
Si crees que la vida es un sueño,desarma tu corazón en mi mano y verás,
como las gotas de rocío se cristalizan en tu mirada.Solo pensabas en alguien como una hoja desechada por el viento,
como las gotas de rocío se cristalizan en tu mirada.Solo pensabas en alguien como una hoja desechada por el viento,
como un juguete al que impones al claro del día.
Antes de caminar, asegura bien tus sentimientos,
por qué mi vida pende de una lágrima, y tú,
con tu mirar y actuar,
conviertes este calvario en una promesa sin fatiga.
Antes de caminar, asegura bien tus sentimientos,
por qué mi vida pende de una lágrima, y tú,
con tu mirar y actuar,
conviertes este calvario en una promesa sin fatiga.
ODA A LA NATURALEZA
En un amanecer de Marzo,
el sol salió a despertar el horizonte,
la luz floreció en los campos,
y en los arroyos,
los nenúfares desplegaban sus pétalos al nuevo día.
ODA A LA ESPERANZA
Entre las sombras de la nostalgia,sonaron campanas de Gloria,
y en el corazón,
la esperanza comenzó a nacer.
Sólo fue un instante comparado con mi vida,
el amor, salió airoso de mis entrañas y con júbilo,
se entregó a la agonía de una despedida.
Quizás algún día vuelva a florecer,
entre brumas de sueños e ilusiones,
el amor, salió airoso de mis entrañas y con júbilo,
se entregó a la agonía de una despedida.
Quizás algún día vuelva a florecer,
entre brumas de sueños e ilusiones,
y llegue el encanto de esa imagen que me convirtió en mujer.
ODA AL AMOR
caminar de andante sin camino,
esperanza de corazones enamorados,
sueño de ninfas mitológicas.
A ti, amor,
palabra naciente de entrañas de hombres apasionados,
suspiro de olas juguetonas,
palabra naciente de entrañas de hombres apasionados,
suspiro de olas juguetonas,
llama del Ocaso.
golondrina pasajera,
ilusión de juventud,
cantar de ángeles y ruiseñores.
ilusión de juventud,
cantar de ángeles y ruiseñores.
A ti, amor, mi amor,
mi dueño y señor, mi desgracia,
a tí te escribo mis desventuras,
y la de quienes cayeron en tus redes sin poder salir.
No pases por mi vida como la brisa,
pósate en mi ventana,
pósate en mi ventana,
y haz que esta dicha que siente mi alma sea infinita.
Gozaré del viento, de la bruma,
del dulzor en el canto del niño,
pero arranca de mi pecho esta congoja,
y te llevaré conmigo.
María Serralba©
miércoles, 18 de julio de 2012
"A ver, chicos. ¿Me vais a decir de una puñetera vez, si es aquí el Registro de la Propiedad Intelectual, o, voy a tener que sacaros la verdad utilizando otros métodos, digamos, más disuasorios?"
Hola amigos, tranquilos que es un simple montaje de mi invención, pero más o menos esa sería la frase que emplearía Lara Croft, la protagonista de Tomb Raider, en caso de haber sido ella, en lugar de yo, la que hubiese ido a la UNIDAD DE DEPÓSITO LEGAL Y PROPIEDAD INTELECTUAL, para registrar una nueva novela. Así pues, permitidme que os cuente mi odisea.
Tras una hora en busca de un aparcamiento para mi vehículo, que al parecer, no cabía en ninguno que quedaba libre, lo encontré, aparqué, y me dirigí entusiasmada a registrar mi novela. La documentación pertinente iba a buen recaudo dentro de un portafolios, ya que con mis ansias inagotables por aprenderlo todo, aquel mismo día había localizado el enlace de internet que me permitía completar con mis datos personales, los ejemplares que se necesitaban para ello, así que pensé: "como lo llevo todo, tan solo me falta hacer el pago de tasas, y en cuestión de media hora a lo sumo, estaré de vuelta a la normalidad con mi libro registrado bajo el brazo". Pues no, de eso nada. A pesar de salir un día soleado, la nube que de vez en cuando me visita, se posó sobre mi cabeza, y yo sin enterarme.
Presta y veloz como Sara Croft, entré en el edificio donde siempre había estado dichas oficinas del registro y, cuál sería mi sorpresa que, ¡¡estaba vacío!!. Allí no había ni mesas, ni sillas, ni estantes, todo había desaparecido como por arte de magia, incluidos los empleados. "Pero, ¿esto qué es?" -me dije. Preguntando en información, un empleado paciente -don que le había sido otorgado tras varios años de sentirse acribillado con preguntas de toda índole-, me indicó que TODO, había sido súbitamente trasladado en cuestión de dos días, por cosas del "recorte", a las dependencias de otro edificio un tanto alejado de allí. En realidad, las nuevas oficinas se encontraban en una zona igualmente infernal para aparcar, y con un tránsito rodado a prueba de infartos, así que decidí dejar mi coche donde lo tenía, y me dispuse a caminar, bajo el sol abrasador, todo lo que en la semana no había andado.
El nuevo edificio donde quedaba todo centralizado, también estaba patas para arriba, pero de otra manera. Un cartel en la misma recepción advertía, que las condiciones de limpieza eran precarias debido a que los empleados de dicho departamento, llevaban un tiempo sin cobrar. Efectivamente así lo constaté cuando empecé a encontrar en mi camino hacia el ascensor, pequeñas montañas de cajas apiladas, corchos, carpetas, todo ello restos evidentes de que una mudanza que se estaba llevando a cabo, dejando a malas penas un estrecho pasillo por el que accedía el público que llegaba de la calle hasta la mesa del agente de seguridad. Al instante, le oí formularme la típica pregunta de: “Disculpe, señora, ¿me puede decir dónde va?, por favor”. Tras preguntarle me di cuenta, tarde, de que el agente de seguridad que nos cortaba el paso, todavía no sabía que es lo que sucedía allí, lo único que me supo decir fue, desde hacía dos días, no hacía más que ver entrar y salir cajas, muebles y personas al edificio, que antes no había visto en su vida.
-Pero entonces, ¿en qué planta está lo de Cultura? -le pregunté con tono amable, aunque ya empezaba a impacientarme.
-Pues...-se quedó pensativo-. No sé decirle, señora, mire usted a ver si en la segunda planta es lo de Cultura, sino, allí le dirán donde, pero estoy seguro que queda en alguna planta de este edificio -me respondió con una amable sonrisa como para salir del paso, aunque con ningún convencimiento, o más bien, debería decir interés.
La "famosa" segunda planta, se ofreció ante mi vista al abrirse las puertas aceradas del ascensor. Por unos instantes no supe donde me encontraba, os lo juro. Mis ojos, acostumbrados a la distribución habitual que suelen tener las dependencias de unas oficinas, de repente, se abrieron por la sorpresa. "Esto no puede ser cierto" -me dije. Ante mí, cualquier fantasía se alejaba mucho de la realidad. ¿Estoy en España? -me pregunté para mis adentros, sabiendo de sobra que efectivamente estaba en el lugar correcto, aunque daba la sensación de que por allí había pasado un torbellino. Cuando casi había perdido las esperanzas, mis ojos se posaron en el rostro de una mujer con cara de ángel, era Carmen, la servicial y atenta funcionaria de sesenta y cuatro años que en una ocasión ya me salvó de mi torpeza en estos menesteres y que ahora, iba a ser nuevamente mi salvavidas y paño de lágrimas. Tras su efusivo saludo que por supuesto, fue correspondido por otro igual o más expresivo por mi parte, con paciencia y profesionalidad, la buena mujer tomó los documentos, los repasó puntualmente, y por fin, procedió a registrar la novela.
-Esto es un desastre, chiquilla -me dijo apenada en respuesta de mis quejas-. Han querido hacerlo para bien, pero se han equivocando de parte a parte. Parecemos cucarachas.
-Pues, espero que con tanto cambio no vayan a perder mi libro –le dije sonriente-, después de lo que me ha costado llegar hasta ti, nada más faltaría eso.
-Tranquila, chiquilla, lo que se pone en mis manos queda a buen recaudo, si es necesario, lo defenderé con mi propia vida -se carcajeó, haciendo con su brazo un ademán de espadachín.
-Gracias, Carmen, eres un sol.
En aquellos momentos agradecí infinito el humor de mi nueva amiga del registro, era como un soplo de aire fresco entre tanta caja de cartón, estanterías todavía sin ordenar, personal de vacaciones, escasez de conexiones telefónicas, absentismo laboral, etcétera, etcétera, etcétera.
Tras una hora en busca de un aparcamiento para mi vehículo, que al parecer, no cabía en ninguno que quedaba libre, lo encontré, aparqué, y me dirigí entusiasmada a registrar mi novela. La documentación pertinente iba a buen recaudo dentro de un portafolios, ya que con mis ansias inagotables por aprenderlo todo, aquel mismo día había localizado el enlace de internet que me permitía completar con mis datos personales, los ejemplares que se necesitaban para ello, así que pensé: "como lo llevo todo, tan solo me falta hacer el pago de tasas, y en cuestión de media hora a lo sumo, estaré de vuelta a la normalidad con mi libro registrado bajo el brazo". Pues no, de eso nada. A pesar de salir un día soleado, la nube que de vez en cuando me visita, se posó sobre mi cabeza, y yo sin enterarme.
Presta y veloz como Sara Croft, entré en el edificio donde siempre había estado dichas oficinas del registro y, cuál sería mi sorpresa que, ¡¡estaba vacío!!. Allí no había ni mesas, ni sillas, ni estantes, todo había desaparecido como por arte de magia, incluidos los empleados. "Pero, ¿esto qué es?" -me dije. Preguntando en información, un empleado paciente -don que le había sido otorgado tras varios años de sentirse acribillado con preguntas de toda índole-, me indicó que TODO, había sido súbitamente trasladado en cuestión de dos días, por cosas del "recorte", a las dependencias de otro edificio un tanto alejado de allí. En realidad, las nuevas oficinas se encontraban en una zona igualmente infernal para aparcar, y con un tránsito rodado a prueba de infartos, así que decidí dejar mi coche donde lo tenía, y me dispuse a caminar, bajo el sol abrasador, todo lo que en la semana no había andado.
El nuevo edificio donde quedaba todo centralizado, también estaba patas para arriba, pero de otra manera. Un cartel en la misma recepción advertía, que las condiciones de limpieza eran precarias debido a que los empleados de dicho departamento, llevaban un tiempo sin cobrar. Efectivamente así lo constaté cuando empecé a encontrar en mi camino hacia el ascensor, pequeñas montañas de cajas apiladas, corchos, carpetas, todo ello restos evidentes de que una mudanza que se estaba llevando a cabo, dejando a malas penas un estrecho pasillo por el que accedía el público que llegaba de la calle hasta la mesa del agente de seguridad. Al instante, le oí formularme la típica pregunta de: “Disculpe, señora, ¿me puede decir dónde va?, por favor”. Tras preguntarle me di cuenta, tarde, de que el agente de seguridad que nos cortaba el paso, todavía no sabía que es lo que sucedía allí, lo único que me supo decir fue, desde hacía dos días, no hacía más que ver entrar y salir cajas, muebles y personas al edificio, que antes no había visto en su vida.
-Pero entonces, ¿en qué planta está lo de Cultura? -le pregunté con tono amable, aunque ya empezaba a impacientarme.
-Pues...-se quedó pensativo-. No sé decirle, señora, mire usted a ver si en la segunda planta es lo de Cultura, sino, allí le dirán donde, pero estoy seguro que queda en alguna planta de este edificio -me respondió con una amable sonrisa como para salir del paso, aunque con ningún convencimiento, o más bien, debería decir interés.
La "famosa" segunda planta, se ofreció ante mi vista al abrirse las puertas aceradas del ascensor. Por unos instantes no supe donde me encontraba, os lo juro. Mis ojos, acostumbrados a la distribución habitual que suelen tener las dependencias de unas oficinas, de repente, se abrieron por la sorpresa. "Esto no puede ser cierto" -me dije. Ante mí, cualquier fantasía se alejaba mucho de la realidad. ¿Estoy en España? -me pregunté para mis adentros, sabiendo de sobra que efectivamente estaba en el lugar correcto, aunque daba la sensación de que por allí había pasado un torbellino. Cuando casi había perdido las esperanzas, mis ojos se posaron en el rostro de una mujer con cara de ángel, era Carmen, la servicial y atenta funcionaria de sesenta y cuatro años que en una ocasión ya me salvó de mi torpeza en estos menesteres y que ahora, iba a ser nuevamente mi salvavidas y paño de lágrimas. Tras su efusivo saludo que por supuesto, fue correspondido por otro igual o más expresivo por mi parte, con paciencia y profesionalidad, la buena mujer tomó los documentos, los repasó puntualmente, y por fin, procedió a registrar la novela.
-Esto es un desastre, chiquilla -me dijo apenada en respuesta de mis quejas-. Han querido hacerlo para bien, pero se han equivocando de parte a parte. Parecemos cucarachas.
-Pues, espero que con tanto cambio no vayan a perder mi libro –le dije sonriente-, después de lo que me ha costado llegar hasta ti, nada más faltaría eso.
-Tranquila, chiquilla, lo que se pone en mis manos queda a buen recaudo, si es necesario, lo defenderé con mi propia vida -se carcajeó, haciendo con su brazo un ademán de espadachín.
-Gracias, Carmen, eres un sol.
En aquellos momentos agradecí infinito el humor de mi nueva amiga del registro, era como un soplo de aire fresco entre tanta caja de cartón, estanterías todavía sin ordenar, personal de vacaciones, escasez de conexiones telefónicas, absentismo laboral, etcétera, etcétera, etcétera.
¡Bienvenida a la España de la crisis! -me dije nada más salir, aprovechando para cruzar los dedos a fin de que mi libro no fuese confundido con uno de tantos dossieres que irían a parar, en concepto de mudanza, al contenedor de la basura. Volví sobre mis pasos por el hall intransitable, saludando a un guardián que todavía parecía despistado y al fin, me alegré de ver que volvía a la Civilización.
María Serralba©
viernes, 13 de julio de 2012
Buenas noches amigos del Facebook. Llevo todo el día pendiente de saber, quién de vosotros sería el número 100 que hiciera click en el "ME GUSTA" de mi novela, pues bien, ya lo he descubierto y es.... Montero Edúa.
Gracias a tí, amigo, contigo ya sois 100 los que os gusta A LA SOMBRA DE TU PIEL.
Cosas como esta son las que hacen seguir hacia delante mi empeño de que esta historia vea la luz un día de estos. M.S.
Gracias a tí, amigo, contigo ya sois 100 los que os gusta A LA SOMBRA DE TU PIEL.
Cosas como esta son las que hacen seguir hacia delante mi empeño de que esta historia vea la luz un día de estos. M.S.
lunes, 9 de julio de 2012
Esta mañana iniciaba el día con un gorrión como imagen en el fondo de mi biografía del Facebook y casi simultáneamente, un mensaje muy esperado quedaba colgado en mi bandeja; creo que el tener a este pajarillo asomando el pico por mi ventana me ha traído mucha suerte, ya que no ha sido lo único que me ha sucedido hoy.
Tal como vaticinaba en el post de mi biografía, las sorpresas han ido sucediéndose durante el día. A última hora de la mañana, un inesperado correo de mi amigo, el agente literario, me ha informado de la situación en la que está inmersa ahora mismo su agencia y a la que espero pertenecer en breve, pero ahí no quedan las buenas noticias, un nuevo correo de otra agencia ha llamado a mi puerta, ese, francamente ya no me lo esperaba y ahí es donde he notado que empezaban a tambalearse de nuevo mis cimientos.
En dicho correo me decían, que debido a problemas técnicos, no habían podido recibir mis anteriores mensajes y que si todavía estaba interesada, que podían realizarme una evaluación de los mismos, tan solo tendría que enviarles la sinopsis y los primeros capítulos de mi novela. ¡Genial!, pero... ¿de cuál de ellas?, me he preguntado al instante casi en medio de una crisis de ansiedad.
Lo cierto es que he llegado a un punto, donde no solo tengo una, ni dos, ni tres, sino casi nueve historias que contar, así que elegir una al azar para que en base a eso, me den el veredicto de si soy, o no, una escritora, al menos para mi, es todo un dilema; ojala alguna/o de vosotros me pudiese echar una mano en la elección, pero creo que esa tarea me corresponde a mí por entero y va a ser la decisión más difícil de mi vida, ya que para una sola cerradura, he de localizar la llave exacta y eso, es más que un imposible.
María Serralba©
domingo, 8 de julio de 2012
On 22:33:00 by MARÍA SERRALBA in Ventana Cultural Sin comentarios
Entre los días 12 al 17 del próximo mes de Noviembre, se celebrará en la ciudad de Tarija (Bolivia) un evento que, año tras año, va creando más expectación entre los artistas de distintos puntos de latinoamérica e incluso de otras partes del mundo.
En el V ENCUENTRO DE ESCRITORES DE TARIJA 2012 organizado por la UEAT (Unión de Escritores y Artistas de Tarija) como ellos dicen en su blog: "parte de los cimientos de estos certámenes, son en pro de la defensa de la igualdad de derechos por una consciencia universal que lucha contra los sistemas económicos, políticos y sociales que degeneran el medio ambiente y se encaminan a la destrucción del planeta Tierra. Este proceso destructivo y negativo de los más altos valores de la Humanidad, es inseparable de ciertas concepciones culturales, que refuerzan esas injusticias sociales, el racismo, la discriminación étnica, los fundamentalismos de variada índole, en fin, las lacras que nos agobian y ensombrecen el anhelo de una sociedad pacífica y armoniosa. Los escritores que honran tal titulo, declaran su absoluto respeto por la diversidad de culturas, pero a condición de que ninguna de ellas, se erija en la verdad única y revelada ante las demás".
Desde esta plataforma cultural, es un placer dar cabida a dicho evento. Cuando tenga más información al respecto, os la trasladaré, mientras, podéis informaros de encuentros anteriores en los enlaces siguientes de su blog:
También podéis remitir vuestras consultas o comentarios a su Presidente y persona de contacto D. Renne Aguilera Fierro al e-mail: reneaguilera50@hotmail.com
lunes, 2 de julio de 2012
On 22:35:00 by MARÍA SERRALBA in LA TRASTIENDA Sin comentarios
sosteniendo tu templanza en la corva de la luna,
—Bueno.., ¿y qué?
Me respondiste ofendida, sin ofrecer la mirada, taciturna, enfurruñada,
cual estrella que convive en la penumbra de una vida,
de un sentir que no es el tuyo, de un diapasón que no vibra,
que no le deja respiro ni al leve llanto del niño, ni al candor de una sonrisa,
pero yo insistí, a sabiendas que mis preguntas oías,
y tú, con ojos velados respondiste muy altiva con voz trémula e insegura,
—Bueno.., ¿y qué?
y dejé correr el tiempo, los minutos y mi vida esperando que algún día te dignaras a bajar de tu columpio,
y miraras mis pupilas anhelando ver tus ojos de estrellas embravecidas,
y giraste la cabeza y en un tris, con tu melena me cubriste las espaldas,
y tus alas me tumbaron a tu lado y me dijeron con suaves aleteos: “descansa, que yo velaré por ti”,
y me dormí sin temores y por fin, pude soñar que mi espíritu volaba,
y mi dicha fue completa al saber que tu, también amabas como yo, la dulce noche.
©María Serralba
domingo, 1 de julio de 2012
On 22:37:00 by MARÍA SERRALBA in ENTRE AMIGOS Sin comentarios
Hace pocos días he vuelto a reencontrarme con una vieja y querida amiga de la adolescencia Verónica Marco de Alicante, y cual sería mi sorpresa al saber que ella, también es una apasionada de la poesía, es más, tiene un libro titulado "Al compás de mis pensamientos", donde ha refundido sus bellos y sentidos trabajos, y como era de esperar, la he invitado a que participe en nuestro micro espacio ENTRE AMIGOS con uno de ellos. Espero que os guste y opinéis acerca de él, eso sí, antes, leerlo con detenimiento y absorber los sentimientos que ha intentado plasmar su autora.
DUEÑO DE SUEÑOS
Después del largo día
observo como todo oscurece,
algún brillo aparece
desplegando ese bello
y desconocido universo.
A la hora del sueño,
caigo rendida
y tal vez vencida.
Si no me engaño
estará él al otro lado.
Comienzo a tener deseos
de colores estrafalarios
que convencen
y me llevan a ti.
Me deslizo hasta tu oído,
diciéndote
lo que siempre he escondido.
Como niña me sonrojo.
Mucho más
si alcanzo a ver de reojo
que me miras.
Entonces
me transformo
en cordón de tu zapatilla,
viendo desde abajo
todo lo que me espera arriba.
Y si me atas,
y desatas,
yo siento que me matas
con el tacto de tus dedos.
Y compruebo que eres dueño
de todos mis sueños.
V.M.A
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«Todo el que se ensalza será humillado y el que se humille será ensalzado...». La estrella púrpura ©María Serralba
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